lunes, 1 de febrero de 2010

El Barranco de Badajoz - por Damien


Se dice que el Barranco de Badajoz fue durante el invierno la residencia, del Mencey (Rey) de Güimar Acaimo, y después de su hijo, también Mencey de Güimar, Añaterve el bueno. Según se cree habitaron en la cueva del Cañizo, aquí debo hacer la primera observación. La altura de esta cueva y el acceso difiere un poco de las cuevas comunes de habitad de los antiguos aborígenes.

Años antes de la conquista un grupo de franciscanos, habían comenzado a predicar el evangelio por la isla de Tenerife, hecho que facilitó mucho las cosas a los conquistadores. Fue debido a esta evangelización la que se supone que condiciono al Mencey Añaterve a hacer un pacto de amistad con el que iba a ser su futuro conquistador, Alfonso Fernández de Lugo (pacto por el cual, según cuenta la leyenda, arrepentido de haber hecho, se suicidaría más tarde el arrojándose desde la denominada Fuga de los Cuatro Reales). Este pacto provocó que muchos guanches llegasen a considerar a su Rey como traidor de su propio pueblo, por lo que muchos de ellos decidieron marchar a ocultarse a las zonas más altas del Valle de Güimar. (Aun hoy se conserva en el escudo de esta cuidad reflejado este pacto, un brazo con armadura junto a un brazo desnudo dándose un apretón de manos en señal de pacto). El Barranco de Badajoz supuso para estos guanches (nativos de Tenerife, solo de Tenerife a pesar del reconocimiento del diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, como aborígenes de las islas canarias) un auténtico refugio. Los manantiales que corrían por el Barranco les proveían de agua más que suficiente; la abundante vegetación entre la que se contaban árboles frutales, de alimento; y su abrupta y escarpada geografía, sumado a la abundancia de cuevas, les ofrecía escondite y alojamiento. Hasta bien entrado el siglo XVIII algunos guanches vivieron allí dedicándose principalmente al pastoreo por lo que pasaron de ser conocidos como guanches a ser conocidos como cabreros (pastores).

De los misterios, hombrecillos verdes y entes trasnochados

La leyenda cuenta que en mil 1912 dos trabajadores de una de las galerías de agua que se encuentran en el barranco se encontraban excavando cuando una de las paredes se vino abajo quedando al descubierto una galería por la que paseaban unos seres blancos que desdeluego no pertenecían a la plantilla de trabajo y que caminaron hacia ellos, aquí la historia se divide, unos cuentan que huyeron despavoridos hacia el cuartel de la guardia civil y otros cuentan que estos seres se comunicaron con ellos y les dijeron el sitio exacto donde debían excavar.

La leyenda de la niña de las peras nos la saltamos ya que supongo que es la mas famosa. Solo un apunte, estos hechos ocurrieron de 1890 a 1910, y esta señora aun vive. En resumidas cuentas un rosario de sucesos extraños han hecho que este barranco sea el punto de la isla con mayor misterio por centímetro cuadrado de esta isla, desde seres de luz hasta seres alados, pasando por visitas de los nazis hasta figuras discoidales, por no mecionar la famosa isla de cristal que aparece en alta mar que solo es visible desde el barranco.

Añadir tan solo que la percepción de los güímareros debe estar diezmada por causas que no comprendo ya que todo lo extraño que se ha visto en este barranco ha sido visto por foráneos del lugar. Otra versión (la más romántica) es que los lugareños ocultan a los extranjeros los misterios del BARRANCO DE BADAJOZ.

Damien.